sábado, abril 30, 2011

LLANTO CAGON






Con el mar en mis narices puedo decir que mi día (o que mi tarde), ha sido reinado por el llanto cagón y desconsolado y vacío y feo. Necesité un hombro donde apoyar mi atolondrada y loca cabecita pero nada encontré, nada, nadie. Y es que el compañero mío que otros lo llaman gato y los que saben Pinpom, está mal, algo en su barriguita lo molesta, algo que no sé qué es. El veterinario ya me dirá qué hacer, además, ¿los gatos tienen siete vidas, no? Vamos, eres fuerte, yo lo sé, por eso te amo y espero que te recuperes, siempre te amaré y cuidaré. Y es que gracias a lo que le pasó a Pinpom yo regresé, volví aquellos olvidados pensamientos santos que tenía, aquella fe que, según yo, ya no era tan completa. Porque en pleno llanto iba caminando, loco, solo, y el cuadro del Señor de los Milagros se me apareció colgado en la pared, antes lo veía y lo ignoraba, ahora lo contemplé, le pedí perdón y le prometí que escribiría sobre el momento. Y cuando lloraba en uno de los sillones de la oscura sala, mi tío me encontró y me gritó y gritándome aún más fuerte ( y yo pensando: "porqué carajos todos me gritan") me llevó a su cuarto y allí, echado en la cama, estaba él, mi gato, mi Pinpom, mal pero fuerte como él solo. Y yo llorando, y yo rezando y yo dándole gracias al flaco que todo lo ve y puede y yo pidiendo perdón y yo... y mi tío, después de un breve descanso, comenzando nuevamente el regaño.




Mañana, espero, que sea otro día, pero uno bueno, flaco, uno para poder sonreír y decirle que lo quiero.




Son las dos de la madrugada del treinta. El mar sigue ahí, conmigo y con todos, pero más conmigo. Y así, el sueño me vence.

lunes, abril 18, 2011

LOS GOLPES DE HUMALA

UNO
El señor Alberto Fujimori dio un golpe de Estado en abril de 1992. Fue un grave error. Nada justifica atropellar el imperio de la ley. Sin embargo, la gran mayoría de los peruanos lo aplaudió entonces y lo reeligió años después. ¿Todos esos peruanos que celebraron el golpe del señor Fujimori y lo convalidaron votando por él en 1995 se habrán muerto ya? ¿Tanta gente se muere tan rápido?

DOS
Cuando el señor Fujimori dio el golpe de 1992, su hija Keiko tenía apenas 16 años. Era menor de edad. Estudiaba en el colegio Recoleta. No tiene sentido suponer que Keiko tramó el golpe o participó del golpe o animó a su padre a dar el golpe. Keiko era una adolescente que cumplía deberes escolares. Por lo tanto, es injusto y abusivo culparla del golpe de su padre. A los hijos menores de edad no se les culpa por los errores o los delitos de sus padres.

TRES
Cuando el señor Fujimori dio el golpe de 1992, el señor Ollanta Humala era oficial del Ejército peruano. Tenía 29 años, estaba a punto de cumplir 30 años. Era un soldado hacía ya 10 años desde 1982. Como todos saben, el señor Fujimori dio el golpe de Estado con el apoyo explícito del Ejército peruano. Para que no quedaran dudas, sacó los tanques a la calle y los jefes militares apoyaron públicamente el golpe. El Ejército fue, pues, cómplice del golpe, aliado del golpe, pieza clave del golpe. Sin el apoyo del Ejército, el golpe no hubiera sido posible. El señor Ollanta Humala no era menor de edad cuando el señor Fujimori dio el golpe. El señor Ollanta Humala estaba a dos meses de cumplir 30 años cuando el señor Fujimori dio el golpe. El señor Humala pudo renunciar al Ejército en protesta por el golpe. El señor Ollanta Humala debió renunciar al Ejército en protesta por el golpe. No lo hizo. El señor Humala siguió sirviendo leal y diligentemente al Ejército golpista de Fujimori durante ocho largos años más. En todo ese tiempo, el señor Humala, miembro activo del Ejército golpista al servicio de Fujimori, fue por consiguiente un aliado tácito del Jefe Supremo de su Ejército golpista. Si el señor Ollanta Humala fuese un demócrata, hubiese renunciado al Ejército cuando Fujimori dio el golpe del 92. No lo hizo. De modo que, como todos los militares que formaron parte del Ejército golpista a la órdenes de Fujimori y Montesinos, el señor Ollanta Humala también es responsable por apoyar con su silencio cómplice ese golpe de Estado.

CUATRO
Cuando el señor Fujimori dio el golpe de 1992, yo tenía 27 años, vivía en Lima y presentaba un programa en Canal 5. Al día siguiente renuncié y me fui del Perú. Si yo pude renunciar a la televisión para no apoyar el golpe, el señor Humala también pudo renunciar al Ejército para no apoyar el golpe. El señor Humala no renunció ese año, ni el siguiente, ni el subsiguiente. Bien callado y contento se quedó sirviendo al Ejército golpista. Durante ocho años fue un peón del ajedrez de Fujimori y Montesinos. No tuvo el coraje ni la decencia de renunciar a un Ejército que todos sabían acanallado y envilecido y que era el sostén de la dictadura.

CINCO
Si el señor Humala fue cómplice del golpe del señor Fujimori en 1992 (el que calla, otorga), a finales de octubre del 2000, coludido con su hermano Antauro, lideró una rebelión militar el mismo día que huyó del Perú el bribón de Montesinos. Ocho años y medio necesitó el señor Humala para darse cuenta de que el Ejército abusivo al que servía con entusiasmo era, en la práctica, el partido político sin escrúpulos del señor Fujimori. Cuando por fin advirtió algo tan evidente, no renunció a dicho Ejército en forma pacífica. Lo que los hermanos Ollanta y Antauro Humala hicieron a finales de octubre del 2000 fue dar un golpe militar. Lo que pretendían era capturar el poder. No lo consiguieron. Fue un golpe torpe, fallido. Pero fue un golpe militar a una dictadura que se desplomaba. Por consiguiente, es rigurosamente cierto que el señor Ollanta Humala, junto con su hermano Antauro, se alzó en armas para tomar el poder de un modo violento los últimos meses del 2000. Si los hermanos Humala hubiesen tenido éxito en dicha sublevación golpista, ¿habría democracia ahora en el Perú? Yo creo que no.

SEIS
No fue aquella la única vez que los hermanos Ollanta y Antauro Humala dieron un golpe militar fallido para capturar el poder. Lo intentaron de nuevo años después. El 1 de enero del 2005, el señor Ollanta Humala, desde Seúl, fue el autor intelectual del golpe militar frustrado que su hermano Antauro, siguiendo sus órdenes, perpetró en el Perú. Dicho golpe había sido anunciado una y otra vez en el panfleto “Ollanta” que se repartía gratuitamente en el Perú. En ese pasquín, que llevaba el nombre de Ollanta Humala, se pedía el derrocamiento del gobierno del señor Toledo y el fusilamiento del presidente Toledo y de varios de sus ministros, entre ellos el señor Kuczynski. El señor Ollanta Humala era agregado militar del presidente Toledo en Seúl. El señor Ollanta Humala no podía ignorar que en el Perú su hermano Antauro repartía, mes a mes, miles de ejemplares de un libelo venenoso precisamente llamado “Ollanta” (no muchos peruanos se llaman Ollanta) que exigía el golpe sangriento contra el gobierno legítimo del señor Toledo y reclamaba “ajusticiar” (léase asesinar) a varios miembros de ese gobierno democrático. Si el señor Ollanta Humala permitió que durante meses su hermano Antauro distribuyese aquel periódico inmundo que llevaba el nombre de “Ollanta” y que pedía el golpe contra el presidente Toledo, es porque el señor Ollanta Humala estaba de acuerdo con las barbaridades antidemocráticas que dicho periódico publicaba. Pero, además, para confirmar que el golpe militar fallido del 1 de enero de 2005 fue una decisión tomada conjuntamente por los hermanos Ollanta y Antauro Humala, es preciso recordar que ese mismo día pasaba el retiro como militar el señor Ollanta Humala. Por si eso fuera poco, luego de que Antauro Humala capturase una comisaría de Andahuaylas, matando a cuatro policías y dando vivas desaforadas a su hermano Ollanta como próximo presidente del Perú, el propio señor Ollanta Humala declaró desde Seúl a Radioprogramas del Perú que apoyaba la rebelión de su hermano Antauro. Allí están como pruebas irrefutables las grabaciones en las que, a viva voz, desde Seúl, el señor Ollanta Humala aplaude con entusiasmo el golpe militar de su hermano Antauro. Ambos pensaban (deliraban) que capturarían el poder de un zarpazo, no importaba si matando policías inocentes. Como a finales del 2000, en enero de 2005 ambos pensaban (deliraban) que llegarían al gobierno a balazos. Si el señor Antauro Humala hubiese tenido éxito en su golpe militar de enero de 2005, ¿no es razonable suponer que enseguida habría llegado como un héroe al Perú su apandillado hermano Ollanta y que a continuación hubieran implantado una dictadura? Si ambos hubiesen tomado violentamente el poder en enero del 2005, ¿habría democracia ahora en el Perú? Yo creo que no.

SIETE
La señora Keiko Fujimori no ha tramado nunca un golpe militar. Su padre dio un golpe de Estado cuando ella tenía 16 años. La señora Keiko era menor de edad y, por tanto, no es responsable de los desmanes autoritarios en que incurrió su padre. Pero el señor Ollanta Humala fue cómplice de ese golpe porque no renunció (estando a punto de cumplir 30 años) al Ejército golpista de Fujimori y Montesinos, a quienes continuó sirviendo durante ocho años. Años más tarde, el 2000 y el 2005, el señor Ollanta Humala y su hermano Antauro trataron de tomar el poder violentamente en el Perú. Dieron dos golpes militares. Ambos golpes resultaron fallidos. Es decir que, además de golpistas, los hermanos Humala son un par de inútiles como golpistas. Si hemos de comparar las credenciales democráticas de la señora Fujimori y del señor Humala, la señora Fujimori no ha dado nunca un golpe militar y el señor Humala ha perpetrado dos golpes militares fallidos en el Perú.

OCHO
Los venezolanos que votaron por el señor Hugo Chávez en 1998 lo hicieron a sabiendas de que había encabezado un golpe militar contra Carlos Andrés Pérez en 1992. Chávez era un golpista probado. Sin embargo, lo eligieron presidente y, por supuesto, no tardó en destruir la democracia venezolana. Los peruanos que voten el próximo 5 de junio por el señor Ollanta Humala estarán votando por un golpista probado no una sino dos veces. Como Chávez, si Humala llega al gobierno, no tardará en socavar la democracia peruana (convocará a una Asamblea Constituyente y terminará cerrando el Congreso, tal como hizo el presidente Correa en Ecuador) y en implantar un gobierno autoritario basado en el poder militar.

NUEVE
Votar por la señora Fujimori es votar por la preservación de la democracia peruana y por un modelo exitoso de crecimiento económico. Votar por el señor Humala es votar por un golpista probado que dinamitará la democracia y el crecimiento económico. Los verdaderos demócratas no votan por golpistas probados. El señor Ollanta Humala es un golpista probado. Por el bien del Perú, es hora de votar por la señora Keiko Fujimori.

DIEZ
No pocos temen que si la señora Fujimori gana, su padre saldrá en libertad. Del mismo modo, no pocos temen que si el señor Humala gana, su hermano Antauro, asesino convicto de policías, saldrá de la cárcel. Puestos a elegir el menor de los males, creo que el señor Fujimori en libertad será menos peligroso para el Perú que el golpista confeso y asesino de policías inocentes, Antauro Humala.



*Jaime Bayly.
18 de abril. Columna publicada, en Peru.21

domingo, abril 17, 2011

HOMBRES SON










NARDA Y JUNIOR (CON UN POQUITO DE ANDREA)
Junior sigue en el hospital. El viernes pasado fue operado de un tumor benigno en la nariz y ahora se recupera lenta y satisfactoriamente. Mi primo, mi querido primo que llegó de Trujillo para liberarse de ese ‘peso’ que sentía al no estar completo, ya lleva tres días en el hospital y ahora está logrando lo que se propuso al venir a la capital: estar bien, tranquilo, sin nada que lo impida vivir como cualquier persona tocada por el de arriba, sin problema alguno, sin nada que lo impida amar desenfrenadamente a Andrea, su prometida. Él ama a Andrea por encima de todas las cosas. Recuerdo cuando vino hace un mes a Lima para sacar sus citas y poder curarse, como dormía conmigo, no había un minuto que lo pudiera ver sin el celular al lado, no podía, o también prendido de la computadora esperando a que se conectara, la extrañaba mucho y eso que no habían pasado ni dos días. Después de una semana, cuando le dieron la fecha de la operación (que era a dos semanas), mi tío me contó que al recibir la noticia dio un brinco de felicidad olvidándose por un momento de su nariz y que tenía que guardar reposo y empezó a gritar por todo el hospital “nos vamos hoy mismo, mamá”, (su excusa fue que como ya se acercaban las elecciones, tenía la obligación de acercarse a las urnas, pero yo sabía que esa no era la verdadera causa de su alegría desbordante, sino que abrazaría y besaría como nunca a su amada, a la mujer que lo tiene loquito). Y su mamá, mi tía Narda, siempre ahí, en todos los pasos que daba Junior, siempre, detrás, de apoyo, ella. Los dos hacen el mejor de los equipos: la fuerza, el amor, la verdad, la sensibilidad, los acompaña. Y ahora Junior, fuerte, corajudo, reposa y se recupera de la operación que duró casi siete horas de las cuatro pensadas, pero es así y lo bueno que ahora está bien, con el apoyo de su viejita que ya lleva dos noches al costado de él, velándolo y casi sin comer nada, corriendo a traer medicinas y más medicinas, dejando todo por su hijo como una madre ejemplar, como verdadera compañera, como verdadero escudo, como un verdadero amor.

VANE Y BRUNO (Y ALGO DE MI)
A Bruno no lo conozco. Sólo he hablado con él por el correo electrónico y el facebook. Bruno es amigo de Vane, una amiga que se acerca siempre a mejor amiga cuando sus consejos me regala, y a hermana mayor cuando esos consejos se quedan marcados en mí, ella lo sabe, tú lo sabes. Creo que Bruno no es amigo de Vane, sino algo más. Pareciera que están templados pero cuando les pregunto que si hay algo, siempre me responden que no, que sólo son amigos y me resigno una vez más. Bruno ha aceptado que quiere a Vane, que la quiere mucho, demasiado. Pero Vane sólo quiere de él una bonita amistad y no sé por qué. Él es un ‘tipaso’, así, ‘tipaso’, por eso no sé porqué no están, o, bueno, no sé porqué Vane no le dice “sí, Brunito, quiero estar contigo” y listo. Porque él siempre está ahí, con ella, por ella. Dije que Bruno es un ‘tipaso’ y aunque no lo conozca personalmente puedo afirmar de nuevo que lo es: confió en mí para unas cosas de Vane cuando se fue a Chosica o por ahí con sus padres a pasar la Navidad y el Año Nuevo, uno; dos, siempre está pendiente de ella y hasta sus amigos se dan cuenta y me lo confirman; tres y con esto no lo quiero ‘vender mal’, sólo que sus cualidades no las tiene cualquiera, sé que es un buen cristiano, sé que va a la iglesia todos los domingos y creo que también va con Vane porque ella también es cristiana y puedo afirmar que van a la iglesia juntos o que se encuentran allá, pero de que se ven casi todos los domingos, eso es más que seguro. En realidad si yo fuera mujer no lo pensaría dos veces. Un chico como Bruno es bien difícil de encontrar y ella lo tiene ahí, pero así es la vida y él lo sabe. Pues así es la vida de dura, ¿cómo es no? Él ahí, centrado, queriendo como loco y ella también, pero no como él la quiere. Igual él sabe que tiene a un amigo en mí, a alguien en quién confiar, porque personas como Bruno no te pagan mal, siento que él es bueno, porque personas como él deben existir muchas para que este mundo sea otro, hermanos, pacífico, amados, Vane, Bruno, yo.

Junior, mi primo, Bruno, mi amigo, fuertes ellos son. El primero, lucha para estar bien, para volver a ser parte de nosotros, para amar como antes; el segundo, diariamente le ruega al de arriba para que el amor que tiene dentro llegue a la persona con la sueña todas las noches, siempre con la frente en alto, siempre, con Cristo en cada uno de sus pasos. Ellos, hombres son.