Pedro Lemebel, cronista
chileno. Premio Donoso 2013.
Me cuentan que has venido al Perú por un performance. Que vas a
actuar con mi gran amigo y compadre, con la persona que hizo que yo alguna vez
cree y administre un blog. Me cuentan que me llamas, que has preguntado por mí.
Me cuentan que te han contado de mí, que has sonreído. Me cuentan que quieres
verme, que quieres verme, oh Santo Dios, que quieres verme. Me cuentan que has
paseado por la Plaza de Armas, apenas bajaste del avión. Me cuentan que estabas
en modo caza, pero no había nadie, sólo quien es mi gran amigo y compadre. Me
cuentan que me has separado dos pases para tu performance (porque no voy solo,
claro, porque contigo ir solo es ir perdiendo y con las ganas que uno tiene de
perder ya lo poco que no ha perdido). Me cuentan que soy uno de tus tantos
invitados, que quieres verme, que quieres que esté ahí. Me cuentan que
rumbearás, después, en Pachacamac. Me cuentan que sigues con el velo negro,
tapándote la boca para evitar besos o para evitar hablar. Me cuentan que sigues
caminando como una señorona que sale a pasear los domingos y se luce como ella
sola, como cuando te vi por primera vez en un reportaje en Canal 2, hace ya
como dos o tres años. Me cuentan que ya te dormiste en la suite que tienes
destinada para tus ceremonias y manjares nocturnos. Me cuentan, Pedrito lindo,
que estás aquí, cerquita, cerquititita, en la Lima que tanto quieres y tan
bonito le escribes. Me cuentan que te puedo ver, Peter, que te puedo ver mañana
a las 12 en el MALI, que soy tu invitado, que estoy bien reservadito.
f.