Silent Night,
night of love ...
everyone sleeps around ...
Falta muy poco para que
los cohetones exploten en el cielo negro y cochino. Muy poco, para que los
niños griten por romper sus regalos y los perros chillen en la azotea de la
casa. Para que las abuelitas contemplen a su nieto recién nacido y le agradezcan
al señor que acaba de nacer (mientras lo acomodan en el pesebre nuevo). Y para
que los padres, llenos de gozo, inflando el pecho, le digan al hijo mayor, esto
es por hacer bien las cosas, y le entregan la ansiada Mac.
Falta muy poco, casi
nada, para que la mamá, ayudada por los tíos que acaban de llegar del
extranjero, diga que ya se pueden sentar a la mesa, que el pavo está que espera,
que todo está lindo para esperar la llegada del Niño Manuelito. Muy poco para
que toda la familia, se reúna y rece frente a Jesucito. En un ambiente denso,
con el estallar de las Mama Ratas y Huanuqueños que hacen saltar del susto a
cualquier errante. Y los más perjudicados, los que ladran y maúllan.
Falta muy poco,
poquísimo, para que los chibolos rompan los papeles que cubren los regalos y
sepan qué les dejó Papá Noel. Una pelota, un carrito, un polo, un scooter, unos
patines. Una Barbie, un set de manicure, una casita con Ken adentro, una bebe
tamaño original que caga y mea y chilla y ropita para cambiarla. Muy poco, para
que los chibolos salgan a la calle y jueguen con los obsequios de sus amiguitos
del barrio y compartir porque Navidad es compartir y amor.
Falta muy poco, nada, para
que todos se abracen, mientras contemplan por la ventana el juego de luces
multicolores y se tapan los oídos evitando el fuerte reventar de los cohetes que
nunca paran. Quieren involucrarse en el jolgorio popular. Esa fiesta de gentes
y costumbres que ahora extraño porque vivo en un departamento que pertenece a
un edificio de viejos que solo saben saludarse, tomar chocolate caliente y
dormir encapuchados. No, ruidos molestos. No, cohetecillos. No, lucecitas de
bengala. No, alegría. Bah. Never, papacito.
Falta muy poco y nada
para que el niño Jesús nazca. Para que la nieve nunca caiga. Para que el trineo
no ande más. Para que los regalos sean juguetes rotos. Para que la familia se
vuelva a distanciar. Para que la fiesta termine. Para que la vida continúe.