sábado, noviembre 13, 2010

HABLANDO CON LA LUNA





Llego a casa. He estado caminando por ahí, por las calles vacías, solitarias, que la noche deja. No ha sido una buena noche para el amor. Lamentables mis pasos que sin un cigarrillo de compañía no encontraban la dirección correcta, el rumbo adecuado por dónde ir. Por un momento me sentí un vagabundo. Nunca me había sentido así. Nunca me había sentido tan... tan... tan hecho mierda; y mucho menos por amor. Creo que las estoy pagando, que el de arriba -el que todo lo ve y sabe- me está castigando por todas las perradas que hice. Aunque creo que no ha pasado nada, o sea, que con ella todo está bien, algo me dice que... En realidad mi corazón no se siente muy bien que digamos. No sé que carajos me pasa. Debo decir que todo está bien pero hay algo que no encaja y creo no ser yo y creo también que no es ella y entonces ¿qué carajos me ocurre? No sé porque estoy así. Soy yo, seguro, el que piensa cosas que no son. O es ella, talvez, la que suelta palabras que salen de su corazón y que yo tomo por mentiras. O soy yo... O es ella... O... No sé ni por qué me pongo así, todo mal, maldiciendo al amor y todo eso. Entonces si nada pasa y todo está normal, Dios, ¿por qué me siento tan mal? ¿por qué se me caen algunas lágrimas al recordarla? Hice mis perradas pero creo no mentí a nadie. No creo ser un canalla pero sí un completo sentimental, como ahora. Y hoy lloro por ti, ¿sabes? Y no sé ni por qué lo hago, no sé ni por qué estoy así. Es que ella tiene algo que no sé, me vuelve otro, totalmente otra persona. Quisiera saciar esta necesidad que tengo por sus labios, su rostro que tanto me enloquece y todo de ella con un simple beso; no puedo, esto es algo más fuerte, algo que creo nunca había sentido o no tan fuerte lo había sentido o creo me estoy apresurando un poco. Acercarme a ella es sentirme el hombre más feliz del mundo. Acariciarla, jugar con ella, con sólo contemplarla, juro que amo el momento. Mirarla fijamente a los ojos y decirle, de corazón, que la quiero, que la quiero de verdad, es algo indescriptible, algo en donde las palabras está por gusto y las miradas dicen muchas más cosas. No sé que pueda pasar más adelante. Mi amor por ella siempre estará, así como siempre ha estado. No se la dejaré tan fácil también, sé que piensa en mí y que me quiere. Sé que mañana nos daremos otro beso, nos diremos "te quiero" y pelearemos por cosas insignificantes, seguramente me quedaré callado en algún momento y ella hablará como si nada le importase mientras yo me cago de celos y no se lo hago notar o eso creo pensar. Quizá nos amemos mucho. Quizá de nuevo me siente a escribir por cosas que ni sé. Quizá, mañana, ella ya no esté a mi lado. Pero nadie sabe el mañana ¿no?. Quizá, hoy, he preferido decir que la quiero y que quiero mil besos de ella pero mejor así, a la distancia, y llorar dos o tres noches y buscar otros caminos. Quizá, jamás vuelva a llorar. O, quizá también, quién sabe, jamás vuelva a reír.

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