ANDREA
Traté de entenderte pero nunca conseguí mi objetivo. Traté
de que aquel objetivo se disipara, pero tampoco lo conseguí. Te veo. Tu foto.
Mi sonrisa. Palpitaciones. Te veo, pero ya no quiero verte más, nunca más. Creo
que ese nunca más no será cumplido.
Creo (a estas alturas del partido, sé) que ese nunca más lo utilizaré mañana y pasado mañana y el día después y
así el que vendrá, los que vendrán y así, nunca
más, mis dos palabritas de moda. Ese nunca
más lo usaré tres mil veces y entonces nunca más te irás. Nunca más. Pero
igual queriendo que te vayas. Pero. Nunca. Pero. Más.
NATALY
Salgo contigo y pienso que contigo quiero salir siempre.
Tranquila, tranquila. He empezado a pensar (si vale el término), que contigo
estoy tranquilo, sí, totalmente tranquilo, como embobado, atontado y ahuevado.
Estoy. Estás. Estamos. Jugamos. Te vas. Me voy. Y en la noche el teléfono que
suena y que suena, que jode y que jode. Ring, ring. Que suena y que jode. Ring
y me desperté. Veo tu nombre en la pantalla, “son las tres de la madrugada”,
pienso y contesto, bostezo. “No puedo dormir”, inicias. “¿Cómo que no? Pues
intenta y si no puedes te quedarás conmigo·, agrego, sin sueño. ”Sería bonito.
Sería bonito quedarme contigo.” “¿Tú crees?” “Claro, algo inolvidable”, y un
suspiro acompaña la noche. Un silencio llega. Escucho al grillo que afuera de
mi ventana canta: “Te quiero”, siento que es verdad. “Me quieres cagar. Chau.”,
el teléfono volvió a ser el mismo aparato negro en forma de ladrillo de
siempre. Soy tonto. Fui tonto. Saben que soy tonto y por eso mismo me tontean
con confianza. Me cagan. Me escupen. Gritan, lloran. Y yo, sigo tonto, atontado
y ahuevado, como siempre.
PINPOM
Prendo un cigarrillo. Es de noche, una noche fea, cagada,
con un chiste hecho lluvia. Miro al cielo y el recuerdo de él se nota en mis
ojos enrojecidos.
Ocho
de la noche. Sufro. Lloro. Desde hace una semana que no se nada de él. Él, mi
amigo, compañero, hermano. Lloro. Y es que desde hace una semana pienso que ya
no está conmigo, que ya se fue, que ya se me fue. Pienso y lloro aún más. Con
una mano me cubro los ojos y el llanto. Me siento en el sillón donde solía
echarse a dormir. Pienso en él. Aparece. Miaaaauuu, maúlla con dolor, casi
chillando, lo conozco, son casi siete años. Salgo en busca de un veterinario
que lo ayude o que lo salve. Corrí por y para todos lados. Encontré uno
abierto, gracias a Dios. El reloj marcaba las once del viernes. Miaau, ya no
quiere ni maullar. “No puede -agrega el doctor- un día más así y se nos iba”,
se involucra. “Haga todo lo que esté en sus manos”, le ruego. La noche reina y
mi compañero está estable, recuperándose, pero bien, fuerte, luchador. “Es mi
culpa”, pienso y el sueño me gana. Los días se pasaron volando y el tratamiento
era un logro, un éxito, vivía feliz y miaaauuu se escuchaba a cada rato y donde
sea, como antes. Por un viaje a Chincha me ausenté por unos días de mi casa, de
mi hermano y de todas las estupideces que escribía. Al regreso sentí que algo
estaba mal, olía a tristeza. “Lo llevé de emergencia. Lo de siempre”, me dijo
mi tío, con los ojos llorosos. Corrí a la veterinaria. Corrí y no me importaba
nada, ni el cansancio que tenía hasta hace un minuto, o segundos. “Segunda
vez”, me sorprendió la doctora. “¿Está bien?” “Sí, muy bien, pero estaría mucho
mejor si la hacemos análisis porque es raro lo que le pasa”. Pasó una semana y
mi compañero no orinaba, no cagaba, no hacía nada, el miaauu de siempre ya no estaba,
ni corto, ni nada.
Ahora ya no está conmigo, porque el flaco lo recibió y lo
siento. Ya no lloro como antes porque sé que está mejor. Mañana, de repente,
cuando salga a la calle y vea el árbol, ahí donde está mi hermano, su cuerpo y
casi siete años de mi vida, le diré: “Mejor que estés ahí, aunque es mejor que
estés conmigo. Espero estés bien, Pipito. Ahora tu nombre está marcado en este
árbol viejo, frondoso, así como también en este corazón deshecho pero fuerte y
valiente como tú. Te quiero.”
2 comentarios:
Wow, que re Bonito! Y triste a la vez!Me gusto muchisimo este Espacio de Letras! =)
Mayra.
Me encantoo :)
Publicar un comentario