martes, noviembre 15, 2011

TRAS LOS PASOS DE MI SOLEDAD


Me siento solo como un beso sin mejillas, como un abrazo sin sinceridad, como Adán sin alma y sin costillas, como un crimen sin sangre y sin oscuridad… y aunque todo no está bien, allí ando, porque no hay camino y sigo respirando; si me preguntas cómo lo conseguí, la respuesta sería al menos me tengo a mí. 
- Los Aldeanos ft Rapsusklei - Soledad.
Y la noche me agarra en plena calle chorrillana, desolada, y yo ahí, acompañado tan solo de las luces de los postes viejos que son tan largos como este mal día. Camino queriendo perderme. Me pierdo queriendo jamás encontrarme. El silencio no me atemoriza; me tranquiliza, me vuelve otro, me ayuda, me calma, la soledad la siento mía, es mía. Cada vez camino más lento, camino, mirando cómo parpadea la luz de un poste que tiene escrito revolución, actitud, poesía en la parte baja, claramente pintado con aerosol rojo por algún chico que ha encontrado en la calle lo que yo estoy empezando a encontrar, cada vez más seguido, cada nocturna salidita pendenciera, solitaria. Me quedo viendo aquella obra de arte, la contemplo, la contemplo unos minutos más. Una pausa. El silencio reina. Mi tranquilidad.
Y hoy solo encuentro soledad ya /guerra en mis palabras / la oscuridad en estas hojas son pintadas / son las razones / escasez de luz en las canciones / heridas que no sanan y hasta acá su ver se opone.
Mis ojos me han dado gracias por aquellos instantes. Mensaje claro, directo. Y pues, sigo caminando, queriendo ser olvidado y olvidarme a mi mismo, tratando de no olvidar aquellas palabras llenas. No pretendo juzgarme pero sé que la basura al costado mío es aromática, que el desagüe más pestilente es el río Amazonas, caudaloso, maravilloso. Juego el último juego que me toca jugar. Out. Out. The end. Lo juego queriendo perder y ser goleado y humillado y vapuleado desde el primer minuto, y hasta antes, desde la misma previa. Ya no quiero nada, de nadie, ni de mis putos deseos. Digo que quiero irme, que estoy más solo que nunca, que irme de una puta vez sería un bien para la comunidad, irme para no volver volver voooolver, a tus labios ya no otra veeeez.
Hoy respiro paz / tras aquel antifaz / tatuajes en mi cuerpo cuentan de que soy capaz / escribo por las noches / derrocho ya mi tinta…
A veces trato. A veces lo hago. A veces actúo, sin pensar. A veces me ilusiono, e ilusiono. A veces juego. A veces pienso, hago y ya no quiero nada. A veces me desilusiono, y desilusiono. Escribo no queriendo escribir. Escribo con ganas de matar, de matarme, escribiendo. A veces intento. A veces ni lo pienso. A veces salgo, cierta noche, a las tres de la mañana, a caminar, y salgo yo y mi otro yo juntos, caminamos, caminamos y mucho, lentos, seguro él, desconfiado yo, amariconado, llevando en el bolsillo derecho del pantalón lo suficiente para sobrevivir, un gorro con la visera para atrás y unos lentes negros que tapan la tristeza de mis ojos. Y una melodía comienza a sonar en mi cabeza. La escucho hace unos años y hoy, la vuelvo a escuchar. La melodía juega conmigo y yo, camino, más lento aún, porque quiero sentirme muerto en cada paso que dé de aquí en adelante, y más adelante, quizá. Silbo. Silbamos. Mi otro yo y yo estamos juntos, en esto, y siempre.
Hay soledad / te siento más conforme sube mi edad / y a decir verdad / prefiero la mierda con sentido / a la falsa libertad que nos dan / sin un buen plan no habrá pan si los amigos no están…
Conto mis pasos. Con frialdad, miro las huellas cuando vuelvo la mirada hacia atrás, en las pocas veces que volteo la mirada hacia atrás. Las dejo. Las dejaré para siempre, esperando no recordarlas de aquí hasta algún tiempo bueno, si es que habrá algún tiempo bueno. Me veo de aquí a unos años más. Una lágrima. Una pausa. El silencio reina. Mi tranquilidad. Conto mis pasos y dejo una sonrisa pendeja, la sonrisa que siempre me acompaña y que la soledad me enseñó cierta noche, en alguna calle fría y desolada de Lima.
Martes, 15 de noviembre. 10:50 de la noche. Una pausa reina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces me desilusiono, y desilusiono. Escribo no queriendo escribir. Escribo con ganas de matar, de matarme, escribiendo. A veces intento. A veces ni lo pienso.
ME ENCANTO ESTA PARTE, es tan yoo!!
ALEJANDRA