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Estaba escribiendo una crónica mientras escuchaba
el sorteo de las liguillas para la siguiente etapa del mediocre torneo
nacional. Sí, mediocre, muy pocos lo dicen pero es así: un torneo mediocrón que
lo seguimos simplemente por la pasión que nos produce (y siempre producirá) el
equipo del cual somos hincha. Vamos, caramba, si no fuera por el furor de los
cánticos y los colores de la camiseta, no pondría el canal 3 cada fin de semana.
Acabó la primera etapa del Descentralizado, las
primeras treinta fechas. Sporting Cristal, merecido campeón, se rajó y por lo
tanto ganador de la primera parte del torneo. A la primera fase de la
Libertadores. Ya está.
Cristal
y los play off
En cada partido, Roberto Mosquera, técnico de
Sporting Cristal, no la tuvo difícil para mandar un once al campo. Siempre la
tuvo clara, aunque diga que no, que se le hizo difícil por tantas estrellas.
Bueno, dejemos eso de lado, es un buen plantel y punto. Mosquera tuvo a un
Sheput que siempre fue correcto en los pases, en los toques de pincel para
crear algo en el lienzo del verde de la cancha. Un Lobatón, preciso, simple, dándole
siempre a un celeste. Cazulo, una fiera en el mediocampo, un perro de presa, de
esos que te olfatean y te meten el hocico entre las piernas, furiosos, hasta
que te ven cruzar la vereda. Ávila, dribleador, rompecinturas, al comienzo le
costó pero con el pasar de los encuentros se acomodó, recordando su etapa en
Huancayo donde fue la figura absoluta. Ross, que nunca fue regular cada vez que
llegó a Cristal, ahora es titular indiscutible en el esquema de Mosquera. Mucho
lo catalogan como mejor jugador de la primera parte del campeonato. Rengifo, el
9, y es preciso mencionar lo que alguna vez escuché decir a Peredo: “Lo
esperaron y ahí está, metiendo goles. Para eso lo trajeron”.
Mosquera, sabía que cuando atacaría, haría daño. Y
así fue. Fuerza, velocidad y gol. Ahí está. Delgado, en el arco, se supo
plantar y dejar las cosas que lo hacían verse todavía como un chibolo. Álvarez,
grata aparición, nunca desentonó y a la selección fue llamado. Yotún, dejó de
ser juvenil y pasó a ser fundamental en la banda del equipo celeste y de la
sele. Mariño, en la banca, y para que el ‘Burrito’ esté en la banca, vamos
pues. Buen campeón el cuadro cervecero. La hinchada gozó de espectáculo y
goles. En varias ocasiones la ilusión por el subcampeonato del 97 ha sido tema
de parla en la gradas del Alberto Gallardo.
Si sigue jugando como lo hace: dinamismo,
velocidad, fuerza, y mucho fútbol, no cederá ni un punto en esa abismal
diferencia que le ha sacado al Inti Gas, y con eso, tendrá su pasaje asegurado
a los Play Off. Y ya los tiene. Digo nomás.
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